(o “kaiserin, tsarevna, no soy una princesa”)
En general uno no hace esta clase de cosas, pero los amigos siempre dan golpes bajos y te dicen que si no lo haces no cogerán esa noche o mamadas por el estilo, entonces uno no puede negarse a hacer un “favor”, o es decir, salir de chaperona.
Así, pues, uno llega confiado a que el “otro” (el amigo de la chica de tu amigo) no dirá mucho, porque suelen ser tímidos —por eso necesitan de la ayuda de sus amigas— y entonces hay que sacarles la conversación con la misma cuchara con la que comparten el mal pretexto de un helado. Sin embargo, este tipo llegó con una sonrisa, una verdadera sonrisa.
Resulta que se llamaba… de algún modo. Tenía qué ver con la luz, de eso estoy segura. Creo. Después me explicó que sus padres en realidad no habían tenido mucho ingenio, es más fue su abuela la que decidió que se llamara… así. Pero lo peor fue cuando hizo esa… pregunta.
— ¿Tus ojos son verdes, cierto? Me gustan—
— (Mis ojos no son verdes, quizá deberías cambiar de lentes) Son café—
— Mmm… me gustan—
— (Esto debe ser una bromita del imbécil de Antonio) Gracias—
— ¿Sabes? Soy bueno leyendo los pensamientos. Sí, en serio. Sólo acércate un poco y podré meterme en tu cabeza y saber en qué estás pensando. Incluso saber si estás enferma—
— (Espero que no, te darías cuenta de que eres un engreído) No gracias, puede ser peligroso—
— Sí, lo sé. Tengo un buen corazón. No pareces una tipa aborregada, de las que me revientan, que mira los mismos cuadros, escucha la misma música y, claro, va a los mismos lugares. Aunque, la verdad sólo podría salir contigo si eres dócil y sensible…—
— ¡Saperlipopet!—
— ¿Saperlipopet?—
— Ah… (puta y ahora, ¿qué le digo?) lo digo cuando no sé qué decir—
— Ya veo, te dejé sin palabras—
— (No, más bien hubiera querido que dejaras de hablar) Sí, algo así—
— Es como en “Rayuela”, ¿no te parece?, ya sabes el Glíglico. Podrías ser la Maga de mi novela. Como te darás cuenta leo mucho, no te diré cuánto, pero es mucho—
— ¿Qué edad tienes?—
— No te preocupes, me dedicaré a hacer de ti una chica madura. Sí te has dado cuenta de que aún estás, digamos, en pañales, o, ¿no? Sí, mira, seguramente te la pasarás haciendo berrinches y te traerás rollos muy “densos”, no te preocupes, esas cosas…—
Puta madre, mirada fija en el infinito, halo teatrero, con el singular gesto de entrecerrar los ojos, ¿será que de verdad piensan que uno les cree?
— Sí, esas cosas me gustan. Seguramente piensas que tú también me romperás el alma, pero no te preocupes… esa actitud también me gusta…
— A ver, déjame entender…—
— Claro que entiendes, eres una chica inteligente, por eso serás mi compañera. Conforme pase el tiempo te diré cuáles son tus aptitudes genéticas por las que seguiré contigo. La verdad no pienso tener hijos, pero nunca está demás, y pues, me gusta tu cadera…
— Ajá…—
— Sí, lo sé. No soy el único que elogia tu belleza, ¿no es así? Verás, soy muy bueno haciendo hipótesis. En eso se basará nuestra vida, en que yo lea tus pensamientos y en que tú te dejes consentir. ¿Te han dicho que eres adorable?—
— ¿Todo esto es en serio?—
— ¿Crees que yo jugaría con esas cosas?, soy muy serio, ¿acaso no te hablaron mucho de mí? No te preocupes, ya habrá tiempo para eso—
— ¿Es que Antonio y tu amiga no piensan alcanzarnos?—
— Deja que se encarguen de sus asuntos. Yo te decía que a veces podrá parecer que soy un hijo de puta o que quizá hago berrinches, por favor, no vayas a creerlo, todo tiene una explicación coherente, por supuesto, con mi madurez. Me encargaré de ponerte en situaciones límite para que salgas del hoyo. Por cierto, ¿sabes qué es una flor amarilla?—
— (¿Qué sólo lee a Cortázar?) Déjame ver, ¿me dirás que soy Luc?—
— Serás como mi parejilla de indias. Aunque no todo será tan, aparentemente, malo. También te escribiré canciones, es más podría grabarte un sencillo, soy modesto así que te diré que no canto muy bien. Por supuesto te escribiré poemas. Sólo déjame decirte algo más, no podrás confiar mucho en mí, digo mentiras como si las vomitara, así que no podrás distinguir entre lo que es cierto y lo que no—
Mientras me va desnudando en su casa, no logro distinguir si lo que estoy sintiendo es su lengua entre mis piernas o un profundo amor, como si se tratara de un eterno retorno de Nietzsche o de otro cuento de Cortázar. Siento que lo quiero siempre, mucho, a veces. Como a un castor o a una suricata.
10 comments:
A ver, déjame ver si entendí: ¿esto es como el "contratexto" del texto "¿No es adorable?" que publicó Tona? Es como la respuesta... ¡Ah, ya entendí! Es una conversación que tienen ustedes dos... ¿Creyeron que era secreta? ¡Pues ahora lo sé todo!
jaja, ¿secreta?
chin!!!! nos cacharon, jaja
pues, sí es algo así, es como mostrar la parte odiosa de lso hombres, jaja
pero no dices nada del texto, digo, estamnso para comentar el texto y no para hacernos chismes.
chale, tengo que poner más cuidado en lo que escribo, disculpen los errores de dedo
Acerca del texto... perdón si se me olvidó. A ver, déjame ver bien... releeré esto otras tres veces hasta que sienta que esto es algo nuevo. Déjame adivinar:
Eres de esas chavas a las que no les gustan los estereotipos pero que los impone, a las que les caga cierta clase de textos burlones (véase comentarios en textos anteriores) y que sin embargo nos acaba de dar prueba de estar dentro del vicioso círculo de las críticas sangroncitas, a caso intelectuales y fres(c)as que sólo la aburrida gente que lee a Cortazar puede crear.
Desde luego nada de esto es cierto, y lo sé porque lo veo en tu cara (o lo poco que se ve de ella) en la foto que está en la siguiente entrada.
Sólo tengo una pregunta... eso que escribiste... ¿te ha pasado?... lo que es más, el autor del texto ese que dice "¿no es adorable?" ¿fue cómplice de estos hechos?... o aún más... ¿fue partícipe?... esto sí que es raro, tal pareciera que los inculpados en el asunto contasen su versión personal de aquel encuentro... ¡qué va!
Ya, fuera de relajo, te diré la verdad: después de leer la entrada publicada por el señor Torres (Friday, June 08, 2007), casi adiviné cómo terminaba tu texto. Te diré que tiene muchos nuevos conceptos apropiadísimos para tu sarcástica temática, y que me hizo reir, eres muy elocuente, y sin tomar en cuenta lo que dije al principio, tu texto es bastante bueno. Palomita.
a lo mejor el comentario anterior estaba bueno como para una entrada: es largo, dice una estupidez, y me tomo siglos hacerlo.
Ay, Gerardo. No me ha ocurrido, no somos cómplices de ningún hecho, no es más que una respuesta literaria entre personajes, yo con Tonatihu me llevo muy bien, y ya.
Y el texto, ¿qué?
Hola:
El texto fluye bien, tiene rasgos humorísticos que siempre (y más en el caso de las parodias) son bienvenidos.
Hay algunos detalles de ortografía y de puntuación que deberían revisarse (por ejemplo: "Si te has dado cuenta de que aún estás, digamos, en pañales, o, ¿no?", debería ser: "SÍ te has dado cuenta [...]¿o no?").
Por lo demás, es necesraio hacer notar el giro que toma el cuento en el párrafo final. Digamos el sintagma "profundo amor" no es, desde luego original, pero está muy bien plantado y añade una dimensión más al texto, que a, partir de este párrafo, deja de ser una simple humorada.
Qué bien que sigas escribiendo, don´t stop.
Saludos cordiales.
mmmmeeesteeeee... sí, las putas faltas de ortografía, son el saborcito de la chamba... qué mamada acabo de escribir... en fin.
De hecho me parece como si hubiera un salto, ¿no les parece? (me refiero al último párrafo)
Y sí, hice una parodia de tu texto (Tonatihu), jaja
¡Saperlipopet!
¿Qué se siente la penetración en una vagina? Carezco de una, no puedo saberlo. Tampoco he entrado en una, creo que difícilmente he visto una.
Carne. Sólo carne, supongo. Eso debe de ser. Como un culo es sólo un culo. Y sin embargo, el calor, ése calor extraño que permea todo lo que está a menos de un centímetro de la piel, vuelca razones prodigiosas y corazones olvidados.
"Y estaba dispuesta a darte mi vida, pero una mujer como yo, pero una mujer como yo, no te merece".
Recortes, improntas, desazones.
Implosiones de motas que crean y desinflan el universo.
Saludos,
yag
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