Friday, August 29, 2008

EX-AMOR


La cicatriz del medio día
se ha desvanecido de mis hombros
y empalidezco poco a poco
simulando quererte.

Veo en tus ojos osadía siniestra
mientras el canturreo de tu voz
chorrea un silencio asfixiante,
excitante y quieto,
que se empoza en mi piel,
abierta de aromas,
cerrada en ciego
que palmo a palmo destrozas
y deslizas entre tus dedos.

En el techo están pegadas
mis frases más largas,
tus silencios.

Y ya no finjo quererte.
Te colapsas entre mis rodillas y
tu pecho se agrieta ahora.
Lleguemos al final.

Ahora, duérmete solo,
¡simula quererme,
que tus besos se empolvan
y la rutina los endurece…!

Hoy no,
no me pintaré los labios
para ti…

LOS GATOS


Suave,
de lecho claro,
enguijarrado en sus ojos
se sumerge.


Y tras un amanecer
de colores salvajes y sobrios
regados por todas partes,
tienden sus garras en las cortezas,
en las místicas,
en los árboles.


Sobre su espalda
declines vehementes.

Son de nuevo,
sus ojos como abismos
rodeados de agua estancada
en que caemos
muy dentro de sus pupilas.


Veo sus dientes tristes
cayendo como flechas
bajo su perfil enajenado y frío

trinando al matar gorriones

Monday, August 25, 2008

simple


Pues era algo simple, una proposición indecorosa, palabras que dejaban entrever la añoranza y las vanas (tendría que decir excesivas) ganas de tomar de su mano como tantas veces lo hice, entrelazar los dedos uno a uno como en un cierre y dejar que las propias manos hablaran como sólo ellas sabían hablar. Para nosotros fue un lenguaje más subversivo que el habla, el tacto nos llevó a conocer cada uno de los rincones del otro, recorriéndonos cada vez con soberbia soltura y como si fuera la primera vez que bajo la piel de la palma y los dedos otra piel fluyese como un río o como una dulce tonada que ambos sabíamos interpretar en la espalda del otro. Recorrer el contorno sinuoso desde los párpados hasta los pies, asir un beso en cada lugar que nuestros labios escogían, sumergirnos en un torrente imprudente de caricias y lo demás (¡cuánto más!)... Nunca sobró un beso, un rose, todo parecía calculado para hacernos estremecer en los momentos en que más deseábamos estremecernos, el uno sobre el otro, el uno detrás del otro, el uno dentro del otro. Son de esas cosas que no se olvidan, que se quedan impregnadas sobre las paredes, sobre las sábanas y sobre de uno mismo. Cómo disfrutaba del silencio cuando todo (hasta la respiración) encontraba arrullo en tu pecho ya dormido, bajo mi brazo.

Sólo eso, palabras que lo mismo hieren, que lo mismo insultan. Recuerdos que se van bebiendo de a poco, sentimientos inmundos que se van abriendo paso entre los poros y a los que se deja desnudos como una dulcísima fruta lista para ser mordida.

Todo regresa a lo mismo, esta noche vernos frente a frente, desnudos o no, lo mismo da en un parque, en un café, en una cama o simplemente (pero realmente) en un espacio onírico. Mirarnos fijamente y volver la mirada hacia las manos vacías (que mueren por hablar) o respirar palabras que se quedan en el aire sin llegar a ser escuchadas. Es esta noche tuya y mía la que nos aleja, es volverse ciego y no mirarla al cruzar la calle, es volverse sordo y no escuchar su silencio que me grita desde lejos que corra a encontrarle, es mirar disimuladamente sus pasos con el pensamiento y hacerse a la idea de la torpe postura en que le encuentro singularmente bella al rozar mi mejilla con sus labios y dejar en mí, ya sin saberlo, un temible presentimiento de no volverla a ver.

Sunday, August 17, 2008

Saturday, August 16, 2008

Friday, August 15, 2008