Wednesday, July 23, 2008

Thursday, July 10, 2008

Friday, July 04, 2008

(no se me ocurre ningún título)

De entrada el sol en raya. Una ligera lluvia al rededor. Un buen café sobre una taza de porcelana y un buen cigarro quemándose entre los dedos. De pronto uno se absorta y quizás piense que es un buen momento. O quizás tome tiempo el saber lo que cada uno piensa. Es algo que se aprende con el tiempo, como se aprende a tejer o como se aprende a pintar.
El barrido en una fotografía, una sombra en la pared, un tenedor doblado: son cosas ingenuas que nos hacen pensar el uno en el otro. Salimos de esta mesa ya entradas las once.
Camino largo, unos pasos. Todo se dirige a un punto perdido en algún lugar de tu cuerpo o del mío. Si el aire es frío, si el agua es tibia, si se detiene el reloj, qué importa. Nos vemos a los ojos y nos encontramos desnudos.
Desnudos o no, eso es lo de menos, siempre queda una sensación borrosa dentro de uno, como un latido interrumpido o como un pedazo de carne entre los dientes. Simple: se termina por decir cosas como "es noche" y lo demás es bien sabido.
"Ahora sigue un silencio incómodo y todo vuelve a su sitio". Un conjunto de palabras que poco dicen. Se limitan a un tiempo y a un espacio. Entoces qué, se comienza a contar: uno, dos, tres... nada interrumpe esta cuenta.
Un aliento vago, a caso sin ganas me despide con un suspiro. Ese aliento cae al suelo, se tira, simplemente se tira.
¿No es esto a lo que venimos?
¿No maldecimos este momento tan esperado?
Se tira al suelo y se rompe. Que nadie hable. Se sigue la cuenta...