Sunday, December 02, 2007

No, no soy adorable



(o “kaiserin, tsarevna, no soy una princesa”)



En general uno no hace esta clase de cosas, pero los amigos siempre dan golpes bajos y te dicen que si no lo haces no cogerán esa noche o mamadas por el estilo, entonces uno no puede negarse a hacer un “favor”, o es decir, salir de chaperona.
Así, pues, uno llega confiado a que el “otro” (el amigo de la chica de tu amigo) no dirá mucho, porque suelen ser tímidos —por eso necesitan de la ayuda de sus amigas— y entonces hay que sacarles la conversación con la misma cuchara con la que comparten el mal pretexto de un helado. Sin embargo, este tipo llegó con una sonrisa, una verdadera sonrisa.
Resulta que se llamaba… de algún modo. Tenía qué ver con la luz, de eso estoy segura. Creo. Después me explicó que sus padres en realidad no habían tenido mucho ingenio, es más fue su abuela la que decidió que se llamara… así. Pero lo peor fue cuando hizo esa… pregunta.
— ¿Tus ojos son verdes, cierto? Me gustan—
— (Mis ojos no son verdes, quizá deberías cambiar de lentes) Son café—
— Mmm… me gustan—
— (Esto debe ser una bromita del imbécil de Antonio) Gracias—
— ¿Sabes? Soy bueno leyendo los pensamientos. Sí, en serio. Sólo acércate un poco y podré meterme en tu cabeza y saber en qué estás pensando. Incluso saber si estás enferma—
— (Espero que no, te darías cuenta de que eres un engreído) No gracias, puede ser peligroso—
— Sí, lo sé. Tengo un buen corazón. No pareces una tipa aborregada, de las que me revientan, que mira los mismos cuadros, escucha la misma música y, claro, va a los mismos lugares. Aunque, la verdad sólo podría salir contigo si eres dócil y sensible…—
— ¡Saperlipopet!—
— ¿Saperlipopet?—
— Ah… (puta y ahora, ¿qué le digo?) lo digo cuando no sé qué decir—
— Ya veo, te dejé sin palabras—
— (No, más bien hubiera querido que dejaras de hablar) Sí, algo así—
— Es como en “Rayuela”, ¿no te parece?, ya sabes el Glíglico. Podrías ser la Maga de mi novela. Como te darás cuenta leo mucho, no te diré cuánto, pero es mucho—
— ¿Qué edad tienes?—
— No te preocupes, me dedicaré a hacer de ti una chica madura. Sí te has dado cuenta de que aún estás, digamos, en pañales, o, ¿no? Sí, mira, seguramente te la pasarás haciendo berrinches y te traerás rollos muy “densos”, no te preocupes, esas cosas…—
Puta madre, mirada fija en el infinito, halo teatrero, con el singular gesto de entrecerrar los ojos, ¿será que de verdad piensan que uno les cree?
— Sí, esas cosas me gustan. Seguramente piensas que tú también me romperás el alma, pero no te preocupes… esa actitud también me gusta…
— A ver, déjame entender…—
— Claro que entiendes, eres una chica inteligente, por eso serás mi compañera. Conforme pase el tiempo te diré cuáles son tus aptitudes genéticas por las que seguiré contigo. La verdad no pienso tener hijos, pero nunca está demás, y pues, me gusta tu cadera…
— Ajá…—
— Sí, lo sé. No soy el único que elogia tu belleza, ¿no es así? Verás, soy muy bueno haciendo hipótesis. En eso se basará nuestra vida, en que yo lea tus pensamientos y en que tú te dejes consentir. ¿Te han dicho que eres adorable?—
— ¿Todo esto es en serio?—
— ¿Crees que yo jugaría con esas cosas?, soy muy serio, ¿acaso no te hablaron mucho de mí? No te preocupes, ya habrá tiempo para eso—
— ¿Es que Antonio y tu amiga no piensan alcanzarnos?—
— Deja que se encarguen de sus asuntos. Yo te decía que a veces podrá parecer que soy un hijo de puta o que quizá hago berrinches, por favor, no vayas a creerlo, todo tiene una explicación coherente, por supuesto, con mi madurez. Me encargaré de ponerte en situaciones límite para que salgas del hoyo. Por cierto, ¿sabes qué es una flor amarilla?—
— (¿Qué sólo lee a Cortázar?) Déjame ver, ¿me dirás que soy Luc?—
— Serás como mi parejilla de indias. Aunque no todo será tan, aparentemente, malo. También te escribiré canciones, es más podría grabarte un sencillo, soy modesto así que te diré que no canto muy bien. Por supuesto te escribiré poemas. Sólo déjame decirte algo más, no podrás confiar mucho en mí, digo mentiras como si las vomitara, así que no podrás distinguir entre lo que es cierto y lo que no—
Mientras me va desnudando en su casa, no logro distinguir si lo que estoy sintiendo es su lengua entre mis piernas o un profundo amor, como si se tratara de un eterno retorno de Nietzsche o de otro cuento de Cortázar. Siento que lo quiero siempre, mucho, a veces. Como a un castor o a una suricata.

Ahora sí, "Cuando tengo clases me salen ojos"


Sí, te digo que estaba yo ahí, enfrentito de la que dizque guía. Nos estaba diciendo que si Sócrates, que si Aristóteles; ya sabes, las mamadas que cavilaban esos weyes, pero que inevitablemente te pones a pensar en que si son pendejadas o no tanto. Entonces ahí, en el mero meollo (cómo me gusta esta palabra), como tragedia de Shakespeare: “se caen o no se caen”, el problema es que siempre se caen y no es que lo haga a propósito (sólo cuando estoy solo), sino que de pronto comienzo a sentir un ligero entusiasmo, como un “¡agüevo!, ya le entendí” y moooledoñamaría, siento cómo se desprende algo de adentro, a veces muy cerquita a veces más lejitos, pero algo se rompe y los ojos comienzan a resbalarse, como un par de hojas que han caído y no saben a donde van. Aunque no siempre se caen los dos, a veces sólo es uno, a veces el izquierdo, a veces el derecho; eso me dificulta la visión. Cuando se caen los dos no hay tanto pedo, los dos salen igualitos, con la misma manera de mirar, pero cuando se cae uno el otro generalmente sale diferente y no veo bien, como si todo estuviera obnubilado, a veces me tropiezo y hasta me caigo, pero después me acostumbro y distingo, como Descartes.
Sí, mira: cuando comienzo a sentir que algo ya se tronó allá adentro salgo corriendo para el baño, me tapo la cara por si se me llegan a caer antes de entrar al salón de los tronos y me encierro directito en uno. Imagínate que se me llegan a caer y me resbalo con ellos o peor aún que alguien me los pise, seguramente a ti no te gustaría que pisaran tus ojos, con los que has visto tanto tiempo y tantas cosas, que ya no los vayas a usar no quiere decir que dejan de ser tuyos ni que dejas de quererlos. Por eso siempre traigo frasquitos. Voy, me encierro en el baño, se me caen los ojos, siento cómo me van saliendo los otros y cuando puedo ver guardo los que se me cayeron en el frasquito, llego a mi casa y lo amontono junto con los demás.
A veces, es como cuando te cortas, a veces te duele cuando cicatriza y a veces no tanto. Es lo mismo. A veces me duele que se me caigan, a veces me duele que me salgan, todo duele alguna vez.
En realidad me pasa en todas partes. Si voy caminando por la calle, viendo cualquier cosa de pronto siento aquello y tengo que sentarme en el suelo, no sé, hacer como que estoy llorando o como que estoy dormido, tomar mis ojos y esperar a que salgan los otros. Es más fácil en la escuela, voy corriendo al baño y no hay tanto problema, o en el cine, ni siquiera tengo que moverme, en la oscuridad nadie te ve, en ese momento todos confunden el mundo con la pantalla y desaparecen.
Sí, es cansado, a veces la gente cree que uno está loco, y no es que no lo esté, pero no tanto. Lo único que pasa es que se me caen los ojos, ¿qué tan grave puede ser?


No, diles que no puedo salir, que estoy enfermo o cualquier cosa (cualquier cosa menos que se me caen los ojos). Es que llevo aquí más de dos horas esperando a que salgan y nomás no. Nunca me había sentido tan nervioso…


Ni siquiera puedo llorar, me faltan mis ojos. ¿Y si nunca más vuelven a salir? No he ido a la escuela. Ya no podré salir, ni andar en la patineta, ni siquiera podré leer… bueno eso sí, pero no será lo mismo, no podré ver cómo se hilan las palabras como un metro naranja o como un extinto tren, ni cómo revolotean cuando los pájaros vuelan, ni cómo van sonando como sonajas en un poema. Creo que sentí algo… Nada. Ni uno chiquito ni una lagrimita ni una esperanza. Nada. Sólo un crujido y oscuridad.
Aún no logro entender que ya no puedo concebir mi entorno como una totalidad, ahora tengo que ir conociendo las cosas one by one, o sea, una por una. Fijarme en los detalles para no confundirlos, en sus sonidos, en lo que, inevitablemente, me dicen. Sí, a que eso no se lo esperaban, eh. Uno comienza a escuchar (si es que puede hacerse sin los oídos, así como ver sin los ojos, así como yo) y entonces no queda de otra mas que escuchar todo lo que las cosas gritan, que si la planta ya tiene sed, que si el perro está cansado, que si la tele está envejeciendo, que si la silla está llorando, que si la tía está amargándose, que si el limón está dulce, la cama enamorada, la bicicleta adormecida, el radio ensordecido, la estufa convirtiéndose en refrigerador y el refrigerador convirtiéndose en una jirafa come lácteosfrutasyverduras (sí, es que aquí todos se las dan de sanos). Sí, ya sé que me excedí, pero es que el otro día el mapa me dijo que se había perdido entre Estonia, Letonia y Lituania y yo no pude evitar reírme como imbécil o como un cable chispeando, lo que más les guste. El punto es que esto ha pasado de ser una tragedia chexpiriana a ser un descanso maravilloso (sí, lo sé, es una cursifresada). O quizá no, pensé en que ahora ya no tendría que ver los asesinatos en la tele, sí, la que se cree vieja; el problema es que ahora los escucho y siento más profundo el dolor, y, como siempre, siento cada grito como un arma en la cabeza, “unas ganas de no verte nunca más”, ¿así iba la canción?


Manchas de colores, eso es todo. Manchas sin forma ni conexión, no hay tamaño, no hay distancia, sólo tropiezo, es que no me había dado cuenta de que estaba cerca, es que ya no sé lo que es cerca o lejos. Luz moviéndose por todas partes y ella hablándome, sé que lo hace porque la he tomado del rostro y siento cómo se mueven sus labios, sus mejillas, sus ojos y siento el sonido que se fuga por todas partes. Comienzo a mirarla, a distinguir que es ella, distinta de la mesa o de la silla y a veces distinta de mí.
Así como dejar de mirar implica la concepción de un mundo distinto (ja, sí, otra cursifresada), y me refiero a que no es lo mismo permanecer distante de todo y aún así creer que se conoce, que no es lo mismo saber de alguien por mirar cómo camina o que sus ojos son café, sino por sentirlo en el aire y escuchar cómo los ojos van convirtiéndose en verde; así también el mirar de nuevo es cambiar el ser tú, como ser un punto, es la manera de ser ese punto, pero ahora que recuerdo, un punto puede ser cualquier cosa, un cuervo con sombrero de charro, una bicicleta, un pie, un dibujo o el regalo de un amigo, sí, como él. Entonces… no sé qué estaba diciendo, la verdad es que tampoco importa, pero seguro que se trataba de hablar de la luz, y no me refiero ni a Sol, ni al día, ni siquiera sé si podría tratarse de la noche, sí, aquella en la que te he conocido y en que los ojos, ojos eran, en que las manos no eran nada, en que las estrellas eran como mares de girasoles o quizá sólo eran bolas gigantes de gas quemándose a miles de millones de kilómetros de aquí (claro, si estaban cerquita), porque las cercas separan, pero cómo podría yo separarme de ti (?) y de tu rostro que habla y se mueve todo en voz, porque seguramente sabes que no sólo caminas con las piernas, sino que caminas empujando y jalando desde tus brazos, desde los ojos o la cadera o esa ronchita eterna que tienes en el brazo. Lo cierto es que antes, cuando tenía clases se me caían los ojos y los coleccionaba, por mamón seguramente, mamón como todo el mundo, como una revista de arquitectura o de literatura, como un poeta melancólico o como un escritorio de vacío, o simplemente como tú que estás leyendo las pendejadas que estoy diciendo. El punto es que guardaba los ojos como mi manera de recordar, como si con colocarlos en mi mano pudiera saber qué había ocurrido, claro, eso nunca pasó; pero lo que sí pasó es que un día, como tantos otros, se cayeron, se quedaron en un frasquito con una etiqueta que no supe llenar después, porque los círculos y los triángulos y los ciento ochenta grados nunca fueron iguales, ya no era el saber que los ángulos son rectos o si son de margaritas, pero eso no importa; lo que sí importa es que la planta se secó y que la televisión dejó de funcionar, la tía hace pasteles y que tú no tienes ni puta idea de lo que ha sido esto, de lo que has sido para mí, de lo que, seguramente, mis ojos han sido para ti. Pero esto no era lo que yo quería decir, lo que yo quería decir es que los ojos se caen y nunca más salen, nunca más, como un cuervo o una maldición. Y adiós. Y fin.

Saturday, November 24, 2007

Monday, November 05, 2007

Este blog muta cada detrminado tiempo... a veces sus mutaciones hacen resaltar la inexistente atmósfera de cultura y lo artificial de esas cosas locas que uno escribe. Otras veces hace ilegibles algunas entradas. Algunas otras veces pretende dar paz y armonía con tonos suaves y armoniosos... algunas otras pretende ser extravagante o misterioso... yo digo que algo ha de ver esto con su creadora, que como cualquier mujer, cambia repentinamente de humor en ciclos de aproximadamente veintiocho días... si no es que menos.

De cualquier manera, este último cambio me hizo saber que no había muerto, que aún sigue entre nosotros, que Saudade todavía le entra rudo al Slam, y que sigue habiendo unas cuantas personas que, aunque sea una vez al mes, atienden las urgentísimas necesidades de caso que requiere este blog.

Por ejemplo, Machuca, quien una vez leyó algún escrito mío, y que luego de hacerme una mirada de "pinche enfermo" me dijo "estaría chido que lo publicaras"... y luego le dijo a no-sé-quién que me mandara un no-sé-qué y bueno, al poco tiempo ya formaba parte de esta familia (¿puedo llamarla familia?... o quizá falimia feliz tendría más atino). Y heme aqui a las doce de la noche sin nada mejor que hacer, escribiendo palabritas, haciendo que el teclado no deje de sonar plic-plic-plic-plic...

Bueno, Machuca venía a propósito de que ya no he visto que publique nada. ¿Será que lo que uno escribe no es precisamente lo que él interpreta?... ¿A caso le causa ya náuceas asomarse a esta casita? Como sea, era bueno hacer cadáveres literarios con él... me encantaba ver cómo el pensaba muy detenidamente las palabras y las ponía cuidadosamente, y yo encambio las escupia conforme cruzaban por mi cabeza... pero de eso se trataba, de que hubiera un bueno y un malo, de que hubiera una parte sucia y otra limpia, de que todo se compensara... al final salían cosas interesantes... locas, podría decir.

En fin, regreso a mi agujero... buenas noches, ¡un placer reencontrarlos!

de las mañanas

Me levanto como siempre el lunes a las siente enojado, ¡como energúmeno!, pensando en lo mucho que me gustaría golpear de una vez por todas al tipo al que se le ocurrió que las clases deberían comenzar a las ocho de la madrugada.
Dice mi mamá (que es una sabia) que no me queje, qua hay mucha gente que se levanta desde más temprano para llegar a su trabajo a las seis o siete.
Yo pienso que esa gente está loca y que es porque no tiene nada mejor que hacer.
No soporto la idea de que haya gente a la que le cause alegría despertarse temprano, que apenas abra los ojos ya tenga una sonrisota horrible de satisfacción en la boca cuando ni siquiera se la ha lavado.
Yo las veces que lo intento, a penas oigo el maldito despertador, me paro corriendo hasta donde está y lo apago para luego volverme a acostar. Entoces sueño que me visto o que me baño.
Hay otras ocasiones en las que el ruido del despertador me espanta el sueño, pero no por ello me levanto... al contrario, me concentro. En ese instante empiezan a brotar como hongos en mi cabeza miles de pretextos para no levantarme, que francamente, luego ya despierto lo pienso, son muy malos. En esos momentos se me hace tan fácil conseguir un falsificante...
Etonces veo el reloj al lado de mi cabecera y digo: "faltan diez minutos para las siete y veinte... lo mismo que voy a estar parado sin nada que hacer esperando la micro... mejor me duermo esos diez minutos que bien me hacen falta y todo se compensa".
Pero entonces, sucede que mi madre, que tiene sierta tendencia esporádica a ser de esa gente loca que te cuento, prende la tele o pone el radio, y mis diez minutos de compensación se transforman en un montón de pensamientos interferidos por señales auditivas y no me dejan pegar el ojo. Es entonces cuando me rindo y me levanto.
Otra cosa que me fastidia son los días en que amanezco con ganas de ir al baño, entonces me tengo que forzosamente despertar y despegar del cómo calorcito de la cama para salir al frío cadavérico. Eso no es lo peor, sino que cuando pasa esto en la mañana, cuando me levanto con ganas de ir al baño, hago como si no hubiera hecho en una semana, lo cual ocasiona más frío y más ganas de quedarme más tiempo en la cama.
Más horripilante aún es cuando amanece lloviendo o cuando hace mucho frío. Yo soy de la opinión de que esos días no deberían existir, esto es, nos los deberíamos saltar como un puente o como un fin de semana como castigo al mal clima.

Wednesday, October 31, 2007

Sin nada en los bolsillos...

Pues nada, trataba de ver qué demonios podía escribirse en esta bonita bitácora,
cuando me di cuenta de que me hace falta bastante ingenio.
Me invade una envidia terrorífica cuando veo que todo mundo puede ser gracioso a la hora de describir la vida cotidiana, ¡sí! Todo mundo excepto yo. Intenté varios temas:

a) Describir los talleres literarios con sorna e ironía. Deseché la idea cuando me di cuenta que se me ocurrió justo después de leer la última entrada del blog de un buen amigo mío (entrada que, dicho sea de paso, me hizo reir bastante). No puedo competir contra eso.

b) Hablar acerca de las roturas sentimentales. Ya sabéis, decir algunas cuantas graciosadas sobre la incauta manera en que las mujeres (novias, esposas, ex esposas, ex novias, ex mujeres)nos parten la madre "with a wave of their hand". Deseché la idea cuando me di cuenta de que nunca me han partido el corazón...

Ok, ok, ok, lo confieso. La verdad es que deseché la idea cuando me di cuenta que el tema no me daba el mínimo puto impulso de reir.

c) Criticar el ridículo programa de televisión donde trataron de sacar la segunda generación de Timbiriche y donde los únicos que valían la pena eran Yurem, la chinita que canta poca madre, y la conductora. Bueno... la conductora. Je, hay que ver cómo tratan de lavarnos el cerebro poniendo a una tipa buenísima que muestra sus encantos generosamente mientras "conduce" un programa. Bueno... la conductora. Sin comentarios.

d) Hablar de la güeva que me da escribir; pero eso ya se ha notado lo suficiente.

e) Hablar de que no tengo inspiración.

f) Emplear mi tiempo en actividades verdaderamente provechosas, como molestar gente por teléfono o vagar por la red.

Escogí todas. Pero no traigo nada en los bolsillos. Lo juro. Nada.

Ah, qué mamadas.

Friday, October 05, 2007

(néant)

[…]

Sacrifier la terre au paradis,
C’est lâcher la proie pour l’ombre.
Être dupe de l’infini ! Pas si bête.
Je suis néant.

[…]

Étais-je avant ma naissance ? Non.
Serai-je après ma mort ? Non.
Que suis-je ? Un peu de poussière agrégée par un organisme.
Qu’ai-je à faire sur cette terre ? J’ai le choix.
Souffrir ou jouir.
Où me mènera la souffrance ? Au néant.
Mais j’aurais souffert.
Où me mènera la jouissance ? Au néant.
Mais j’aurais joui.
Mon choix est fait. Il faut être mangeant ou mangé.
Je mange.
Mieux vaut être la dent que l’herbe.
Telle est ma sagesse…

[…]

Qu’il y ait là quelqu’un qui ait quelque chose à me dire ?
Je ris d’y songer…

[…]

Instrucciones para ser un buen turista

Si usted está de viaje por cualquier país en el que se le considere extranjero, no olvide llevar a cabo estas sencillas recomendaciones que le serán útiles para remarcar o acentuar su aspecto foráneo.

1. Si va acompañado, hable siempre en voz alta un idioma diferente del que se habla en ese país. Por ejemplo, si va a Francia, hable inglés.
2. Hable también en ese mismo idioma a las personas que se encuentren a su servicio en los diferentes establecimientos a los que vaya, por ejemplo al botones, al mesero. No hay que olvidar que aunque esta persona comprenda completamente lo que se le intenta decir, es necesario hacer gestos, caras y ademanes con el fin de ser más que explícito y no tener que utilizar otra lengua.
3. Ríase jocosamente con clase.
4. Intente pagar en todos lados con tarjeta de crédito, incluso si es un establecimiento pequeño o un puesto ambulante.
5. Indague a la gente de la calle acerca de la ubicación de museos y diga sólo la palabra “gracias” en el idioma de la persona.
6. Hospédese y coma en lugares lujosos y extravagantes en centros turísticos, donde no ofrezcan otra cosa sino comida extranjera, por ejemplo, en Macdonals, Burguerkín, Tacoín, Pepe’s Pizza, Sushi’n Gadha, Tokio’s Town, etc.
7. Pague costosos tures en autobús (con asientos en la parte superior y al descubierto) por los lugares de mayor interés turístico de la región.
8. Compre ropa ligera aún en tiempos de lluvia. Vista de manera deportiva aunque su figura no luzca con ello, por ejemplo, con bermudas y camisas o playeras muy ajustadas.
9. Compre lentes negros o de colores oscuros como el morado o el rojo. Llévelos siempre puestos, incluso si entra a un lugar cerrado. En el caso de los turistas, se omite la voz que dice: “lentes oscuros en cuarto oscuro… naco seguro”.
10. Compre un escandaloso aparato fotográfico y lúzcalo de manera altanera.
11. Para tomar una foto, busque siempre ángulos diferentes y originales poniendo su cuerpo en posiciones contorsionistas ridículas y tardando aproximadamente un minuto para tomar la primera fotografía. Contémplela en la pantalla de plasma otro minuto, haga una cara de desaprobación, bórrela y recomience.
12. Tome fotos a todo por donde cruce. Sonría satisfactoriamente.
13. Es importante que por muy compleja que sea su cámara fotográfica o de video, permanezca siempre en el estado de “automático” de manera que sea la cámara la que haga todo por usted, excepto tal vez, oprimir el disparador.
14. Compre ropas típicas del país (como sombreros de charro, en el caso de que fuera México el país visitado, o faldas si se trata de Escocia) y llévelas puestas en todo momento durante el tiempo que permanezca en el aeropuerto.
15. Cuando visite museos recuerde tomar todas las propagandas que le sea posible. Rente el sistema de audio que le brinda el museo (las cosas que parecen teléfonos) y toque todo cuanto pueda. En caso de que alguien diga algo, excuse su bajo entendimiento del idioma.
16. Asista a algún antro nocturno de prestigio en zonas de elevada sociedad y baile estrafalaria e irrisoriamente todo cuanto le pongan.
17. Pida bebidas típicas del país y pida que le expliquen de dónde y cómo se obtiene dicha bebida.
18. Piérdase en el sistema de transporte y pida información a todo cuanto se le ponga enfrente.
19. Compre mapas gigantescos de la ciudad y ábralos de manera incómoda y estorbosa en callejuelas. Deténgase de sopetón para ubicarse correctamente. Si no lo logra, interfiera a alguien y haga señales para darse a entender.
20. Sea adulón cuando se le brinde alguna información.
21. Salude a los otros turistas y pregúnteles acerca de su procedencia, esta vez en el idioma del país.
22. Busque centros comerciales e investigue dónde hay establecimientos chinos. Compre miles de llaveros.
23. Compre también los recuerditos más inútiles y estorbosos con que se encuentre a lo largo de su viaje y adquiera cientos de postales que no hagan referencia al país, pero que sean graciosas.
24. Compre para usted, una playera que diga “I love X” donde X es el país de visita. Si la palabra “love” está sustituida por un corazón, no lo piense dos veces.
25. Por último, cuando esté de regreso en casa, laméntese de todo lo que le faltó conocer. Por cierto, llegue hablando el idioma del país al que fue.

Monday, September 24, 2007

quelq'un qui fait quoi?

¿Aún hay vida en este lugar?
¿Siguen escribiéndose cosas como las anteriores?
¿Alguien puede leer esto?
¿Sigo estando yo aquí... todos se fueron?
¿O soy yo quien se fue?

Escuchen... aún respira este lugar... a lo mejor no está del todo muerto...
a lo mejor está sufriendo... uno nunca sabe de lo que los lugares como éste sienten.
Realmente creo que está deprimido, nadie viene a verlo.

En fin, ya que nadie jugó "El juego", yo jugaré. A ver, ocho cosas sobre mí:

1. Nariz. Nariz del cirano de bergerac. De alcanzaquesos. De tirabuzón. Ya exagero.
2. Sonrisa. No la mía, sino la que lleva ella entre sus piernas. Es mía.
3. Gusanos. Gusanos me comen. Gusanos del aburrimiento que brotan y se alimentan de mí.
4. Necesito un vaso con agua. Siempre lo necesito.
5. Lluvia. Está sobre mí, al lado de mí, detrás de mí, abajo de mí, incluso en mí.
6. Camino. No por pose. Porque me aburro. Por eso camino. Camino mucho. Mucho.
7. Mi cámara. Ahí está siempre esperándome. Entonces la tomo y veo todo a través de ella. Me deja ver lo que ella y yo la hago ver lo que yo.
8. Me gustaría ser esquizofrénico. Con la carrera que llevo, ¡seguro lo logro!
9 (por pura pose). Me caga la psicología por hacerme ver como copia de un estereotipo y tener la puta razón.

Sunday, September 16, 2007

Toma dos

– Hola.
Hizo una cara de “¿y tú qué, de dónde saliste?".

– Oye, ¿me das tu hora?
– Cinco y cuarto.
– Ya es tarde, ¿no?
No hubo respuesta.

– Está bonito el día, ¿no?
Volvió los ojos hacia las pesadas nubes que sofocaban el cielo, luego hacia mí. Se tragó un seco “no”.

–Bueno, no importa. Es que de pronto sentí la necesidad de hablarte. Tú sabes, es como los estornudos, es malo retenerlo. Así que vine, y bueno, heme aquí.
Siguió mirándome.

–Bueno, la verdad es que no tengo nada qué decirte, pero estoy intentando pensar en algo. Es difícil, pero lo hago porque de verdad me gustaría conocerte… Sí, es algo extraño, lo sé, pero te digo que es algo que debía hacer. Sentí de pronto que debía venir a hablarte. Es como cundo tienes un antojo, no puedes pensar en otra cosa, y pasa que si no lo haces, luego salen traumas o cosas por el estilo.

Rió por primera vez. Agachó la mirada.

–Sí, te he estado viendo. Tal vez en otra situación yo habría hecho lo mismo – dijo al fin.
–¿Lo ves? Es algo en definitiva forzoso. Sabía que no era sólo yo quien de pronto se sintió así. Me alegra saber que por lo menos ya sabías que existía.
–No te creas, no te había visto antes.
–Pues yo sí, creo que eres muy bonita y personas como tú nunca pasan desapercibidas.
–¿En serio? ¿O sea que hay más personas como yo?

Me quedé callado, no estaba listo para esa respuesta. No sabía si tomarla por fresa y largarme o como una oportunidad que me estaba dando para argumentar algo que le hiciera sentir un cumplido de mi parte.

–Ya te tardaste demasiado en contestar. No lo pienses mucho, cuando estés hablando con ella hazla sentir bien, claro, sin llegar al extremo. Podrías haberte disculpado y haber dicho algo como “no quería decir eso, sino que me gustas y a veces no puedes escapar tan fácil de mis ojos”… bueno no, se oye muy artificial y muy urgido… mejor algo como “pues sí, incluso las hay más hermosas… como mi amiga Gaby”.
–No manches, Gabriela, me va a mandar al cuerno.
–¡Ay, papá! Con esa originalísima manera de iniciar una conversación hasta yo te habría mandado al diablo desde hace ya rato. ¡Piensa! Di algo más original, o no sé, llama su atención… pero no con tus ridículos chistes ni con tus maromas ni tus extrañas poses de yoga ni tus patadas locas al aire.
–No son patadas locas al aire, se llama Capoeira.
–Lo que sea, de todas maneras, vamos a volverlo a hacer. Vete a sentar allá otra vez ¡Y piensa en lo que vas a decir!
–Sale, ahí voy de nuevo… pero ya no seas tan fría…
–¡Favor que te hago!

Tuesday, September 11, 2007

DOS DE LA TARDE


Son las dos, puntual como siempre. En la segunda banca a la derecha. “Los jardines son tuyos cuídalos”. Le falta la A.

Ya son dos y cuarto. ¿Si nos quedamos de ver a las dos?, y ¿si escuché mal y era a las doce?, no, estoy segura de que era a las dos o ¿no?

Dos y media, ¿era en la segunda banca de la derecha o de la izquierda?, o ¿era de allá hacía acá?

Cuarto para las tres, ¿nos quedaríamos de ver hasta el otro lunes? Supongo que no tiene importancia alguna, si no llega en cinco minutos me iré al cine o a caminar.

Existe una variedad impresionante entre todos los zapatos andantes que veo pasar. Ya pasaron los cinco minutos, pero ¿si me voy y en ese momento llega? Otros diez minutos y ya me voy.

¿Será que ahí viene? Sí. Vaya, se tardó muchísimo, y ahora va a llegar, me dará un beso en la mejilla derecha y se sentará junto a mí.

—Hola, lo siento. —


Ahora va a darme una excusa por haber llegado tarde, algo así como que el transporte se tardó mucho o quizá que se quedó dormido, o que estaba haciendo no sé qué y no vio la hora, o que el tráfico estaba horrible, o que le llamaron por teléfono y se tardó, o que se confundió, etc. El resultado de cualquier excusa que me dé, que por cierto no escucho por estar pensando esto, será el mismo, llegó tarde, ¿y qué? Le tendré que decir que no importa o algo así.

—Por eso llegué tan tarde, de verdad lo siento. —
—No te preocupes, lo bueno es que ya estás aquí. —
—Pensé que ya no te iba a encontrar. —
—De hecho estaba por irme. —
—Y, ahora que hacemos. —
—No sé. —

Me molesta tanto la confusión y la tensión provocada sólo porque a alguien se la atraviesa un camión.

Wednesday, August 29, 2007

¡Bueno, ya publiquen ustedes, chingao'!

Yo sabía (este no es el título)

Yo sabía que de algún modo tenía que salir de ahí. Tomé una piedra que estaba a mi lado y lo golpeé fuertemente en la cabeza, inmediatamente su hocico se abrió y dejó mi brazo sangrando. Muerto de miedo, me arrastré hasta la orilla de aquél barranco donde había un árbol y cuando el maldito se recuperó del trancazo y se dejó venir, arranqué la rama más próxima y puntiaguda que encontré y se la enterré en el pecho. El pobre animal ése se sacudió y dio terribles aullidos de dolor. Se anduvo retorciendo un poco mientras yo lo contemplaba con el corazón casi a punto de reventarme, hasta que por fin el maldito estiró la pata. Me puse de rodillas y apoyándome en el pobre árbol manco me levanté y así tambaleando de un lado a otro, chocando con todas las piedras y a pesar de que sólo había la luz de esa luna llena, logré encontrar el camino de regreso a la carretera.

Una vez arriba, mi carro no estaba. “Hija de puta” pensé. Caminé hasta que se me entumieron los pies y me dejé caer en el pasto. Al poco rato pasó un coche, me levanté como pude y le hice señales para que me diera un aventón… ¡sí cómo no! Lo único que conseguí fue que el imbécil me bañara cuando paso por un charco de agua enorme. Me quedé dormido en la hierba al lado de la carretera.
“¡Qué pinche frio!” Pensé como a eso de las cinco o seis de la madrugada según mis cálculos. Mi reloj se detuvo a la una dieciséis cuando ese monstruo mordió mi brazo. “Pinche monstruo”.
Cuando empezó a amanecer ya no aguanté más el frío y comencé a caminar. Al poco rato comenzaron a pasar los primeros carros, pero nada de aventón. “Pinches vatos”.
Así pues llegué a mi casa caminando, pero pues cuáles llaves. Maldije a aquélla de nuevo. “Seguramente me ha de creer muerto, pero ni madres, ¡Aquí sigo, cabrona!”. Rompí la ventana del baño y entré por ahí. Casi me caigo cuando intenté saltar del barandal a la marquesina. Tanto escándalo hice cuando caí dentro que creí que se iban a despertar todos… ¡pero pues cuál todos! Nadie en la casa. Me recosté en el sillón y ahí me quedé jetón como tres horas hasta que el hambre ya no me dejó seguir así. Al poco rato llegaste tú.
Bueno, y tú te preguntarás “¿Pues qué chingados le paso a este vato?” Y bueno, a eso iba.
Resulta que la loca de mi novia (o ex novia, no sé) decidió ponerme el cuerno con mi mejor amigo… “típico”. Bueno esa no es la bronca. Ni si quiera le reprocho a uno por gandaya y a otra por perra. Es más, bien lo tenía merecido por haberlo hecho yo con su novia. Ahí está la bronca. Que su novia se enteró por no-sé-quién y le vino un pinche coraje de aquellos. Para ese entonces yo todavía no me daba tinte del asunto. El caso es que recurrió a mí y luego de verme como tres días pa’ chingarme (porque es ella la que me chinga y no yo a ella… en eso quedamos), a la cuarta me dijo “Mira, guapo”, desde ahí yo dije, “esta vieja quiere algo”, luego de esmerar una linda sonrisa fingida continuó: “Sábete pues que tu novia te pone el cuerno”, “Chale” dije. Me le quedé viendo como diciendo “no hay tos”, pero ella insistió. “Bueno, ¿y qué quieres que haga?” Bueno y pa’ no hacértela larga me pidió que le diera en su madre al tipo. Cuando le pregunté para qué, respondió que a poco así me iba a quedar con los bazos cruzados. Me vi desnudo al lado de ella y no dije nada. Luego le dije que ni si quiera sabía quién era y me dijo que fuera a ver y que si quería ella podía acompañarme. Le di las gracias de todo corazón (tú sabes, de corazón ñero) pero que la verdad no estaba en posición para hacer eso. Le dije que mejor continuáramos aquello que tan inapropiadamente habíamos interrumpido, pero me dijo que si yo no iba a madrearme a ese güey, nomás no. “Bueno, ¿Y a ti qué chingados te importa si me pone o no el cuerno?” Entonces comenzó a decir que eso no lo iba a permitir porque Rosita era una chava buena onda y que no se valía, que yo le había dado siempre todo y que ahora cómo me pagaba… Como eran más mis ganas de cogérmela que de estar aguantando sus rollos, acepté sin más ni más.
Quedamos en que ella investigaría dónde acostumbran verse y ahí les caeríamos. “Sale” dije todo fumigado. Y así fue. No sé cómo diablos le hizo pero a la semana siguiente llegó con una sonrisita maligna más como de quien va a cumplir una venganza, diciéndome que esa tarde se verían en el hotel “El Recreo” pa’ comerse la torta. Aunque insistió en llegar antes de que entrasen, yo no cedí. Le dije que más valía agarrarlos relajados.
Así pues llegamos como media hora después de la cita. Nos estacionamos enfrentito y ahí esperamos oyendo cientos de comerciales en la radio.
Pasaron como dos horas y jamás salieron. Ya me estaba arrepintiendo de haber ido cuando a la otra se le ocurrió ir preguntar. Fue y regresó en un parpadeo. Según le dijo el recepcionista nomás habían estado como veinte minutos. “¿Y aún así me pone el cuerno?” me pregunté. No pude evitar pensar en lo poco que habría durado eso y en lo mal que me sentí por haber sido reemplazado por alguien así.
Como la otra insistió, fuimos a dar la vuelta al parque a ver si estaban ahí. Ya obscureciendo le dije que lo olvidara, que al fin a mí ni me importaba. Pues toda indignada volteó hacia la ventanilla y ¡oh, desgracia mía! Los vio.
Con un escandaloso “¡Ahí están!” hizo que parara. Cuando me di la vuelta para ver, ahí estaban. La pinche Rosita de espalda, con unas manos en la cintura y besando una boca. “Mierda” dije.
Hasta ahí todo parecía marchar de acuerdo al plan. Yo me bajaría del coche y armaría una escenita que terminaría en golpes. ¡Pero momento!... antes de salir, se me ocurrió ver la cara del tipo. Era el Sapo, el novio de la Gabriela Cerré la puerta. “Pinche Gabriela, no tienes madre”. Arranqué y me alejé de ahí mientras la otra me empezó a decir que porqué chingados no me regresaba, que si no que muy hombrecito, que si me faltaban huevos y un montón de cosas. Como no le hice caso al principio se enojó más y me empezó a pegar. Me dijo que yo nomás la quería para coger, que era un hijo de puta, y no sé qué tantas cosas más. Me detuve más adelante y le di un cachetadón tremendo para que se callara. Salí un momento del coche para deshacerme de ese coraje que me invadía tan prominentemente.
Pues en eso estaba cuando siento un madrazo en la nuca. De ahí ya no supe nada hasta un rato después cuando desperté todo herido, como si me hubiera caído de un barranco. Observé bien, y estaba en un barranco. Muy a lo lejos y arriba se oían los coches aún. Intenté levantarme, y me dolió mucho una pierna. Y sucedió que justo cuando empezaba a ponerme de pie, un perrote como de metro y medio de altura se me vino encima… y lo demás ya lo conoces.
Así que, cabrón, cuando vea a tu pinche hermanita me las va a pagar. De ésta no se va limpia. No sé por quién chingados me toma pero esto no se queda así. Va a ver con quién se metió, no se la va a acabar… Porque déjame decirte que le traigo unas ganas…

Friday, August 24, 2007

mordaza

¿Y qué querías que dijera si me tenía amordazado?
Con las manos atadas a la cabecera de una dura cama, acaso con las esposas que cuelga en el espejo retrovisor de su carcacha, y los pies atados uno al otro con no sé qué trapo pestilente.

Con un cuchillo poco filoso desgarró mi camisa e hizo una herida en mi costado. Dejó el cuchillo ensangrentado en la mesa y el mantel se tiñó de rojo. Se dedicó de pronto a darme golpes en la cara, se siguió con mi espalda y piernas, y ya que me tenía en el suelo comenzó a patearme y a maldecirme a mí y a mi madre, como si ella tuviera algo que ver.
Con la sangre que me salía del costado, comenzó a embarrarme todo el pecho y luego los brazos y la espalda. Se chupó los dedos como quien se come un durazno en almíbar. Su mirada lo decía todo: quería matarme, pero a su vez disfrutarlo como se disfruta un helado.

Salió por un momento, mientras yo intenté incorporarme aún con las manos esposadas.
En cuanto le oí venir me invadió un miedo terrible, si no me hice pipí fue porque no había tomado nada hacía ya un día.

De un patadón tremendo abrió la puerta, trozos de madera volaron hasta donde estaba yo encogido de hombros y temeroso. Abrí un ojo y vi que llevaba unas sogas en las manos. A madrazos me hizo tenderme completamente en la cama y me amarró los pies a la base de la cama.

Suplicaba por que esto se acabara pronto... pero tal parecía que cuanto más me veía rogándole piedad con los ojos, más odio le arrebataba y más disfrutaba de mi dolor y mi cuerpo literalmente destrozado. Me desnudó por completo de una manera tan violenta, terrible y a la vez tan diligente utilizando sus dedos puntiagudos para desgarrar mis ropas, que no puede evitar pensar "¡qué hábil, qué maestría!". Claro que esto no me hizo sentir ninguna comodidad ni ninguna confianza ante ese menstruo que me atacaba constantemente con golpes y azotes desmesurados llenos de una ira incontenible.
De pronto, todo cesó. Al no sentir más sus manos sobre mí, entreabrí un ojo. La vi ahí, frente a mí, como si quisiera decirme algo o como si ni si quiera se hubiera percatado de mi presencia, no lo sé. Se soltó el pelo, y así, como si no estuviera, caminó sensualmente hacia el espejo y comenzó a acariciarse lentamente, deleitándose a cada caricia con su propia figura reflejada. Se volvió hacia mí y haciendo movimientos parsimoniosos, tomó su mascada y me la ató en los ojos. Se quitó poco a poco la ropa, entonces me puse a escuchar cada sonido. El cierre de su vestido bajando delicadamente, sus zapatillas cayendo a la par sobre en entarimado, el sonido casi inaudible de los broches al desprender de su cuerpo el sostén, el sonido en la mesa al dejar caer un diminuto dije, el rozar de otra prenda corriendo por sus muslos, y ella... su silente respiración e incluso una distante percusión cardiaca excitada. Comenzó a lamerme la herida. Era algo completamente extraño, era como si quisiera hacerme sentir algo de paz antes de dar su golpe final. A pesar del miedo que sentía, supliqué que no dejara de hacerlo. Me sentía realmente confundido: pasmado del temor a la vez de una sensación sorda de placer. Me di asco.

Pero ahora que lo pienso, nunca me había excitado tanto.
Me hizo el amor tan salvajemente como nunca nadie lo había hecho. Luego dormimos largamente. Yo aún atado y ella acurrucada en un abrazo. Nadie, ni ella, sabía lo que sucedería.

Wednesday, August 15, 2007

verde y rojo

Entonces el rojo es rojo y no es verde,
aunque éste sea el color antagónico y
por ello forme parte del rojo.

Entonces yo soy yo y no soy tú,
aunque tú seas el color verde cuando
yo estoy rojo.

No es que no te sea, sino que al sernos,
ambos, rojo y verde, dejamos de ser lo
que somos para ser algo antagónico
y que yo sea tú y tú seas yo.

Cuando somos, cuando dejamos de ser
cada uno y somos a la vez, somos y
sabemos, sabemos ser lo que somos y lo
que le gusta a cada uno.

Te soy, me eres, nos somos cuando
sabemos que somos verde y rojo.

Sunday, August 12, 2007

guión sin acotaciones

(Dos personas)

– Pareces normal .
– ¿Qué?
– De hecho pareces la única persona normal aquí.
– Jaja, ¿Porqué lo dices?
– Observa a los demás, llegan y se sientan como si se tratase de un centro de convenciones, o como si su nota dependiera de su posición.
– ¿Intentas decir que estoy sentada como borracha?
–Algo así, aunque ese no es el punto. Incluso para adoptar esa posición frente a tantos extraños se necesita confianza
– ¿Confianza en ellos?
– Confianza en sí mismo. Observa aquel tipo, podría jurar que ha estado aquí por más de un año.
– ¿Lo dices por su barba y la mata larga?
– Sí, también.
– Tienes razón.
– A propósito, ¿tú escogiste estar aquí?
– Mmm… Sí, aunque me faltó poco para no estarlo. Por cierto tú tampoco pareces tan extraño como ellos. Además de tu "impresionante" manera de entablar una charla, ¿tienes nombre?
– ¿“Entablar charla”? eso sólo lo escucho en la tele. Me llamo Gerardo, ¿y tú?
– Isle.
– ¿Cómo?
– ¡Estás sordo!... Is-le.
– Jamás había escuchado ese nombre.
– Ni lo escucharás.
– ¿Debo decir que tus papás son originales o sarcásticos?
– Ja-ja, no me hizo gracia. Aunque debo aceptar que tienes un poco de razón. Mi papá se llama Luis y mi mamá Leticia.
– ¿Ahora debo presentar a mis padres yo?
– No seas tonto. De “Luis” salió el “Is” y de “Leticia” el “Le”, ¿entiendes?
– Ah, que bien que mis papás no hicieron eso conmigo, me habría llamado “Dola”.
– Jajaja, ¿eso qué?
– Definitivamente todos aquí tienen algo extraño.
– ¿Ahora ya me mezclas con esa bola de nerds?
– No del todo, aún pareces normal a pesar de tu nombre.
– ¡Ay, muchas gracias!... ¡Idiota!

Monday, July 30, 2007

ojos pa'qué los quiero si tengo té para llorar

Hola, tanto tiempo...

He aquí un inicio de cuento, espero comentarios para continuarlo.


"Cuando tengo clases me salen ojos"

No es fácil, tú sabes. Andar escondiéndose, cubriéndose la cara. Es algo cansado y hasta vergonzoso. Imagínate, uno está en la clase medio dormido, medio despierto y de pronto… uno tiene que salir corriendo porque si no… lo descubren a uno, y a uno ya descubierto le da por no querer salir, como si nadie más tuviera algo que ocultar.
Sí, te digo que estaba yo ahí, enfrentito de la que dizque guía. Nos estaba diciendo que si Sócrates, que si Aristóteles; ya sabes, las mamadas que “cavilaban” esos weyes, pero que inevitablemente te pones a pensar en que si son pendejadas o no tanto. Entonces ahí, en el mero meollo (cómo me gusta esta palabra), como tragedia de Shakespeare: “se caen o no se caen”, el problema es que siempre se caen y no es que lo piense o que me lo provoque (sólo cuando estoy solo), sino que de pronto comienzo a sentir un ligero entusiasmo, como un “¡a huevo!, ya le entendí” y moooledoñamaría, siento cómo se desprende algo de adentro, a veces muy cerquita a veces más lejitos, pero algo se rompe y los ojos comienzan a resbalarse, como un par de lagrimitas que se han caído y no saben para donde van. Aunque no siempre se caen los dos, a veces sólo es uno, a veces el izquierdo, a veces el derecho; eso me dificulta la visión, cuando se caen los dos no hay tanto pedo, los dos salen igualitos, con la misma manera de mirar, pero cuando se cae uno el otro generalmente sale diferente y no veo bien, como si todo estuviera obnubilado, a veces me tropiezo y hasta me caigo por no ver bien, pero después me acostumbro y distingo las cosas.
Sí, mira: cuando comienzo a sentir que algo ya se tronó allá adentro salgo corriendo para el baño, me tapo la cara por si se me llegan a caer antes de entrar al salón de los tronos y me encierro directito en uno. Imagínate que se me llegan a caer y me resbalo con ellos o peor aún que alguien me los pise, seguramente a ti no te gustaría que te pisaran tus ojos, con los que has visto tanto tiempo y tantas cosas, que ya no los vayas a usar no quiere decir que dejan de ser tuyos ni que dejas de quererlos. Por eso siempre traigo frasquitos. Voy, me encierro en el baño, se me caen los ojos, siento cómo me van saliendo los otros y cuando puedo ver guardo los que se me cayeron en el frasquito y cuando llego a mi casa lo amontono junto con los demás.
¿Que si me duele cuando me salen? A veces, es como cuando te cortas, a veces te duele cuando cicatriza y a veces no tanto. Es lo mismo. A veces me duele que se me caigan, a veces me duele que me salgan, todo duele alguna vez.
No, no sólo me ocurre mientras estoy en clase, me pasa en todas partes. Si voy caminando por la calle, viendo cualquier cosa de pronto siento y tengo que sentarme hasta en el suelo, no sé, hacer como que estoy llorando o como que estoy dormido, tomar mis ojos y esperar a que salgan los otros. Es más fácil en la escuela, voy corriendo al baño y no hay tanto problema, o en el cine, ni siquiera tengo que moverme, en la oscuridad nadie te ve, en ese momento todos confunden el mundo con la pantalla y desaparecen un rato.
Sí, te digo que es cansado, a veces la gente cree que uno está loco, y no es que no lo esté, pero no tanto como creen. Lo único que pasa es que se me caen los ojos, ¿qué tan grave puede ser?

Monday, July 16, 2007

El juego

Cada jugador(a) comienza con un listado de 8 cosas sobre sí mismo.Tienen que escribir en su blog esas ocho cosas, junto con las reglas del juego.Tienen que seleccionar a 8 personas más para invitar a jugar, y anotar sus blogs/nombres.No olvides dejarles un comentario en sus blogs respectivos de que han sido invitadas a participar.

1. Creo que los castores trabajan demasiado.
2. Oigo voces dentro de mi cabeza.
3. Me parece que es bueno lavarse las manos antes de que se laven las manos.
4. A veces me excedo en el uso de grasa para calzado.
5. Estudié letras nada más por pura pose.
6. Me choca que México pierda contra Estados Unidos y contra Argentina, en cualquier ámbito.
7. Tengo el firme propósito de ya no fumar.
8. La verdad es que fumo por pura pose.


Invito a los participantes de este blog, en total somos 8, sin contarme a mí, somos 7, ahi les encargo a los demás que inviten al octavo.

Saludos.

Monday, July 09, 2007

y luego de mí, yo

Y luego de mí, yo, y yo de nuevo.

Sobre esa colina, yo. Sobre ese camino y esa calle, yo.

Cuando menos lo imagino, ahí, sentado al pie de un árbol, yo.

Camino por la acera, o por la acerca mis pies caminan y al mirar al cielo: la luna, la luna y yo.

Cuando llego a casa, el sol se oculta, el sol y yo nos ocultamos, el sol y yo… y yo.

Desde que esto sucede, mi cuerpo, mi alma diluvian, y bajo esa tupida lluvia, ahí estoy yo.

¿Qué es el cuerpo?

Una ligera membrana que separa mi ser y mi pensamiento de lo externo, que lo muestra o lo esconde, que lo cuida o lo maltrata, que lo protege o lo expone.

Un pequeña pared que cubre mis sueños y que proyecta sombras. Un minúsculo límite para mi mente, que me impide ocupar el lugar de aquél árbol o de aquella persona.

Una escamosa propiedad que me deja percibir todas las sensaciones. Que me deja oler desde un pestilente organismo muerto, hasta el fino y propio olor de una persona, pero que no identifica mi propio aroma.

Visión limitada y tacto me conciben apreciar el mundo exterior, como si se tratase de un molusco en su concha que asoma temeroso.

¿Qué es el alma?
¿A caso existe el alma?
Esencia de mí mismo, ego embarrado en las paredes de mi habitación, el yo que no veo, pero que sé que existe porque todos lo perciben... todos menos yo.

El alma es yo mismo convertido en nada, o la nada convertida en mí. Es todo yo, que no soy nada o no es nada de mi, que lo es todo.

Una de las tantas sombras proyectadas hacia el interior de mi cuerpo, hacia un lugar recóndito escondido dentro de mí y que sólo yo sé que existe, pero que no sé llegar a él.

Una parte de mí que sólo yo sé que tengo.
¿Qué soy yo?
En mi cuerpo, se define mi postura como el vínculo entre lo real (lo exterior) y lo irreal (lo interior).

En mi mente soy el nexo entre lo lógico (lo interior) y lo ilógico (lo exterior).
En mis sentidos, sólo un breve instante perdido entre lo inhóspito de un mundo al que creemos y llamamos terrenal.
Ese soy yo, ocupando un espacio en este lugar. Robando aire de mis alrededores y atrapando a cada instante la luz reflejada en cada cosa.
Soy un pedazo de hueso, un árbol, un trueno. Agua que libera mi cuerpo, cuerpo que se libera en agua.
Cuando me disuelvo en aire, cuando me despojo de mí mismo y me disuelvo en aire, sé algo, ni el cielo ni el mar es tan grande como mis sueños. De pronto, lo siento todo. Frenética euforia, aguda tristeza, intenso dolor, desmesurada paz e inconcebible alivio.
Entonces cuento… uno, dos, tres…
Y de nuevo aquí.
Yo en el pasto.
Yo en la cama.
Yo sonriendo…
Lo veo bien… soy yo através del espejo.

Sunday, June 24, 2007

Lluviecita ligera

Lluviecita ligera que acompasa mis pasos en comparsa con húmedas coronitas que surgen del suelo y que suelo pisar...

Lluviecita ligera que cae incesante y rimbombante sobre los árboles y el viento, que los besa, los sacude y los hace bailar...

Lluviecita ligera, chubasco sigiloso, tempestad jaranera... ¡llueve, moja, salpica! No me dejes de abrazar...

Lluviecita ligera que resbala por mi rostro, chipi-chipi ostentoso, el aire y los pájaros te escuchan, no dejes de cantar...

Lluviecita ligera adentro en mis despojos, que juega, que ríe, que empapa y que sale de mis ojos sin cesar...

Lluviecita ligera, ¡que me quite esta tristeza y me empape en su felicidad!
para Lucy

Monday, June 18, 2007

de la mugre

- Escúcheme bien, no estoy loca, lo que le digo es cierto. No va a haber mañana. Lo vi en las noticias con Lopesdóriga y hasta Gualter lo insinuó, me lo dijo la vecina del cuatrocientos diez, la del vocho que nunca lava, la misma que deja su ropa en la azotea como una semana, sí esa. Además, toda la gente anda prendiendo inciensos. La del doscientos tres anda vendiendo virgencitas, y la del ciento cinco, rosarios. Le digo que es verdad, no haga esa cara. Yo que "usté" también me ponía a rezar. O a ver, ¿porqué no fueron los niños a la escuela hoy?... no, qué contingencia ni qué ocho cuartos, ¡hasta los maestros saben!, esa cosa gris no es contaminación, es una nube de energía negativa que se vino a poner encima de nosotros. Mírela usted mismo, no tiene comienzo ni fin. Sin bien lo decía doña Porfiría del cuatro veintidós, ¿se acuerda?, "este año viene cargado de mala vibra", ¿o no, gordo? -una figura burda de un hombre desparramado en un sillón al fondo de la habitación frente al televisor asintió-. Desde ayer en la tarde que se supo esta noticia hay un "titipuchal" de gente en las iglesias queriendo confesarse, al ratito vamos a ir nosotros, ¿no, gordo?. Si gusta venir con nosotros, pa' que lo escuche de voz del padre Arnulfo, un santo, el señor. Además el papa... ¿cómo se llama? el que parece vampiro, va a dar un mensaje por la tele desde el Vaticano, segurito va a hablar de esto. Chelita la del quince dijo que si queríamos ir a verlo a su casa, es que compró una tele nueva, "quesque" pantalla plana y no se qué cosas más. Pero bueno, es como guste. De todas maneras, aquí voy a estar atendiendo el puesto por si quiere venir con nosotros... ¡Ándele pues vecino, que Dios lo bendiga, gracias!

Me retiré del puesto de doña Sofía luego de comprar los dos litros de leche que me había encargado mi mujer y haber soportado todo esa perorata. Es sorprendente cómo un día de contingencia ambiental puede convertirse para algunos en el más claro indicio de acontecimientos apocalípticos, y para otros en un excelente momento para comercializar aquello que el primer grupo de personas (mayoritarias) piensa que es necesario para sobrevivir.

Cierto es que nunca habíamos presenciado tal cantidad de contaminación sobre la ciudad, lo que me hace dudar un poco acerca de la sucia naturaleza de aquellas nubes. Los periódicos menos amarillistas (uno o dos a lo más) dan cifras de cientos de aves muertas a causa de esto. Los demás han anunciado además, la muerte de animales más grandes en los zoológicos, y alguno por ahí, hasta de dos niños.

Hablando de niños, es verdad que a causa de la espesa polución, las escuelas han cerrado y que el transito ha aminorado notablemente a causa de las miles de medidas que se han tomado, lo que hace disfrutar de una silenciosa ciudad. Ninguna fábrica trabaja, todo es calma.

De los dos grupos de personas mencionados antes, mis tres hermanas y mi madre pertenecen al primero, mis amigos y mi padre al segundo, y mis hijas, mi mujer y yo simplemente no tenemos plato en esa mesa. Les he enseñado a ser precavidas sin llegar al extremo, a no creerse lo que la gente dice por ahí, y creo que bien lo han aprendido.

"¿Y si tuvieran razón?... ¿Y si mañana simplemente ya no despertamos?" Pienso al caminar sobre la última calle que conecta mi casa con la tienda. Sería una pena para todos morir en nuestra propia suciedad, atascarnos de nuestra propia cochambre, tragarnos toda nuestra mugre. "No, ni pensarlo... ¡Es una suerte que haya comprado también una veladora!".

Saturday, May 19, 2007

Dentro de las comisuras de este infierno, me hallo en trinche atizando mis cenisas.
Insoportable se ha vuelto caminar por estos rumbos que no marcan rutas, que no invitan a nuevas tierras,
inquietante soledad perturba mis sueños y los convierte cada vez más en agonías.
No me dejes sólo, quiebra mi cuerpo, hazme pedazos.
Conservo en mi cordura unas cuantas mamorias errantes.
Ciego, me dirijo hacia tu puerta, me arrastro, me quema, y tus luces no son más que mil destellos,
que a lo lejos a penas sí las brazas del fuego a mis labios calientan... un beso enternecido.
Cura mis pupilas del insomnio y desnúdame completo, camina sobre mis pasos, llora mis lágrimas,
mis ojos ya no aguantan al sueño que arrebata mis sentidos, que me atrapa entre tus piernas,
el indomable impulso de recorrer tus manos, tus muslos, tu pecho.

Mira, que cuando todo pasa lento, el corazón se aletarga, se inclina, muere lento... te extraño.

Monday, May 14, 2007

Friday, March 16, 2007

Entonces, Mejor Pudrirse

PENDIENTE

Ejemplo de blog de chico(a) especial/incomprendido/raro/iluminado/sufriente

Nombre del Blog: Manos chaqueteras en nubes azules

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Nombre: Ernesto Concreto
Edad: 21
Música favorita: Massive Attack, Huge Tits, Round Ass, Strong Hips, Goldfrapp, Pejeratum, Tacanius, Weirds Forever, Fiona Apple, MS-DOS, Héctor y Ulises, Caraculiambro, Hailonkas, Interpol, PFP, Casildea de Vandalia, Chilakillers, Fenilalanina, Toll Free, M. I. L. F., Grupo de Control, Olisbos, Hielo Frappé, Glíglico, Bukis on the Block, Raisin Bran, Hit the Road, Muddafukka, Placebo, Fatboy Slim, BECK, BJÖRK, Blur, Coldplay, Warmplay, Muse, Quis Vestris, 8 Inches Pennis, OAKENFOLD, Kinky, YEAH YEAH YEAHS, No, no, noes, The Strokes, The Vines, Tori AmosTool, Deftones, Nine Inch Nails, The Mars Volta, The Venus Volta, A Perfect Circle, An imperfect Triangle, WindowsTemp, Backup, Einstürzende, Auf Wiedersehen, Chukrut, Atún en aceite, Neubauten, Altbauten, Portishead, Radiohead, TVfeet, Clinic, Hospital, assemblage, vnvnation, feindflug, manufactura, mercadotecnia, producción y ventas, merzbow, rudravena, converter, combichrist, masonna, tumor, terminalchoice, morgenstern, noisex, pzychobitch, kknull, hiv+, ahcamasotz, tanzwut, iszoloscope, Banda Cuisillos, maladroit, Buenadroit, iconofcoil, negativeformat, possitiveVIH, psyclon9, noiseunit, lustmord, glis, stateoftheunion, spetsnaz, unternull, genocideorgan, melotron, The Tigers of the North, rotersand, laibach, sonar, soman, dasich, xotox, plasticnoiseexperience, sonaeact, xebox, Massive Erection, lightsofeuphoria, Estructuras, schattenschlag, Painetration, siechtum, s.t.i.d,kiew, C. R. O. M., hioctan, grendel, godmodule, FFyL, runlevelzero, empusae, Ruletero, thismornomina, somaticresponse, Subcommander Marcus, carthage, kid606, shewantsrevenge, Shewantsdick, Joseph Cartaphilus, My Mother's Cunt, proyectomirage.cephalgy, KK, leatherstrip, mechanicalhorizon, symbiont, rivetheadculture, beyondsensoryexperience, Secula Seculorum, navicontorturetechnologies, configsys, tamtrum, Marvel, dollsofpain, dollsofpleasure, epidemia, pandemia, fgfc820, heimataerde, glamourtokill, Rotor, Cola de Paloma, Corriente Trifásica, depechemode, danzig, The White Stripes, The Smashing Pumpkins, The Green Apples, Black Rebel Motorcycle Club, Arctic Monkeys, The Killers, The Borners, The Reborners, Ira Dies, Pater Noster, Cagada de Perro, The Hives, The Bees, The Honeys, Misterioso, Johnny Cash, John E. Deep, Cake, Fruitcake, Pankeke, Gorillaz.

Libros favoritos: Todos los de Ann Rice, todos los de Lovekraft (ésos son chidos), la Crítica de la Rason Pura, Metafísica 4 en 1, El arte de la guerra, La guerra de los mundos, Aura, Cien años de soledad, Poesía reunida de Sabines, El señor de los Anillos, ahh, y el Nekronomicón.

Películas favoritas: Las de Jodorowsky, Bailando en la oscuridad, Trainspotting, Batalla en el cielo, Todo sobre mi madre, La lengua de las mariposas, El último rey de Escocia, Pulp Fiction.

Intereses: Música, pintura, escultura, arte conceptual, motocicletas, museos, cine y libros, especialmente libros.


Friday, March 16, 2007

Acabo de volver de la biblioteca José Vasconcelos. Qué asco, todo lleno de tipos insoportables snobs de pose. Una bola de mamers que no tiene idea de lo que quieren en la vida. Acuden a la José Vasconcelos sin darse cuenta del enorme elefante blanco que es ese recinto, una de las tretas de Foz para taparle el ojo al macho, y que ellos, en su afán de dárselas de cultos, promueven. Oh Dios! cuánta inmundicia en esta sociedad llena de gente falsa.

Yo, siempre tan dispuesto a decir netas en todas partes, no me acomodo a ello. Creo que soy demasiado raro para esta época. Creo que debí haber nacido dentro de 100 años. Pero a veces creo lo contrario, la vida es una mierda que ha sido cagada con bastante fuerza, una mierda apestosa, con pellejitos de frijol y un chorrito de sangre.


Saturday, March17, 2007

Estoy en sexto semestre de Ingeniería Industrial. Me da asco sólo de pensar en lo que tengo qué hacer cuando me gradúe. Habré pasado 4 años de mi vida humillándome ante los maestros, en pos de calificaciones absurdas. ¡Oh, qué asco ir a la escuela sólo para que un individuo que no conoce todo mi potencial me ponga una calificación que no refleja mis valores ni mi personalidad!!! Y después trabajar para mi jefe, seguramente un anciano de 35 años, fracasado, que se la va a pasar diciéndome qué hacer.

Debería cambiar el sistema educativo de este país, y ya encarrerados, del mundo entero. Conozco a un tipo de mi salón que entiende todo lo que le explican los profesores, saca puros dieces y nueves, practica deporte, es culto, es el clásico niño galán, es educado y cortés, ya tiene ofertas de trabajo como auxiliar de planta en dos empresas reconocidas, habla cuatro idiomas y estudia el quinto, planea hacer una maestría en procesos de producción, tiene una relación estable con su novia (que, dicho sea de paso, está bastante potable), se lleva bien con sus padres y sus hermanos, siempre está sonriente, ayuda a quienes puede. Pobre imbécil, es que no se da cuenta de que su vida está siendo controlada por el estado, diseñada por sus padres y sus futuros jefes. No se da cuenta de que su vida es un asco. Me da un poco de lástima que haya gente así. Por tipos como él, este país está hundido. Porque está lleno de borregos.


Sunday, March 18, 2007

Hoy en la mañana troné con mi novia. Una vez más estoy solo.
La razón del truene? Nada, simplemente creo que no tengo ganas de comprometerme con nadie. Tengo tantos abismos dentro de mi alma que pienso que no es justo arrastrar a otra persona a estas oscuridades abismales. Ella se dará cuenta algún día de que lo hago por su bien. Se dará cuenta de que es mejor esta decisión que la aleja de la gran cubeta de vómito que soy.

Sé que a ambos nos duele ahora, pero todo duele. La vida es dolor. Ella tiene que darse cuenta de ello. La vida es dolorosa. La vida no es un día de campo. La vida es sufrimiento por todo mundo, por tus padres, por las chacaladas de tus amigos, por los amores que se acaban. Y si la vida no es dolorosa, hay que hacer lo posible porque lo sea, hay que herir sólo para sangrar. De otro modo, la vida no es interesante. Uno correría el peligro de ser feliz con sólo decir que sí. Y eso hay que evitarlo a toda costa.

La vida es un pedacito de borrego tirada en una cloaca.

Algún día todas a las que he cortado se darán cuenta de ello. Y me lo agradecerán. Llorarán cuando me suicide, cuando se enteren y me imaginen tirado, sangrando, con los ojos abiertos y el alma libre. LIBRE.

(La vida no es más que un pedo que resuena en una iglesia vacía).


Monday, March 19, 2007

Estoy en un grupo teatral. Más bien, estaba. Me salí. Me dio asco ver que los miembros del grupo se dejan atar por el yugo que les impone la profesora. Mis compañeros no son más que una bola de vendidos. Digo mis compañeros porque no tengo amigos. No hablo con nadie, no tengo confidentes.

Qué voy a hacer. Es el precio de ser auténtico y de tener una filosofía de vida tan rara.


Tuesday, March 20, 2007

A veces me pregunto por qué estamos obligados a obedecer. Hay que obedecer a los padres, a los maestros, a los amigos, a tus pulmones (dime si no es una mierda tener que respirar sólo porque estamos obligados a ello). Esto sería tan distinto si cada quién pudiera tener sus propias reglas: ir a la escuela o no ir, vestirte cómo se te da la gana y no como te dice la TV y las revistas, cagar con las manos y respirar con el culo si se te antoja; que cada quien hablara el idioma que le gustara, y que pudiera hacer el amor hasta con los peces; decidir que si una anciana con verrugas en la lengua es hermosa, nadie tenga que venir a decirme lo contrario. Decidir si mi vida es un fracaso o un éxito sólo por mis propios deseos de que así sea.

Obedecer, obedecer obedecer. Yo estoy un paso afuera de ello. Decido qué cosas me gustan en el cine, en el arte, en la literatura, en la música. Como puede verse en mi perfil, no hay muchos tipos a quienes les gusten las mismas cosas que a mí.

Por estoy solo.... solo... solo.

Wednesday, March 21, 2007

Tengo un abrelatas viejo y con poco filo. Creo que es una buena metáfora de mi vida. Creo que es el único amigo verdadero que tengo. Creo que mi vida no tiene suficiente dolor. Creo que no estoy suficientemente solo.

Voy a salir a caminar a Coyoacán. A deprimirme un rato. Junto con mi abrelatas.

Wednesday, January 10, 2007

Traducción MUY libre (y quizá errónea) del poema que el gandalla del MachuK publicó en francés

"Una esfera de fuego"


La noche desgrana nuestros sueños
mientras recorremos la cabellera del campo,
donde uno es capaz de conocerse.

Llegamos al núcleo
donde nacen las piedras preciosas
y la pradera de los planetas.

Descanso sobre tus labios,
duermo en tu mirada.

Pero ella corre tras un cometa
cuya cauda parece un llanto de belleza.

Y no puedo alcanzarla,
y estaré aquí,
esperaré aquí
bebiendo mis lágrimas.